We know what we are, but not what we may be

3 de junio de 2012



Amor. Una sola palabra, una cosa pequeña, una palabra no mayor ni más larga que el filo de una navaja. Eso es lo que es: una cuchilla. Corta tu vida por el centro, separándolo todo en dos, haciendo que caiga a uno u otro lado. Antes y después.
Antes y después. Pero también durante: un instante no mayor ni más largo que el filo de una navaja.
Amor. La más mortal de las cosas mortales. Te mata tanto cuando la tienes como cuando no la tienes.
Pero no es así exactamente.
Eres el que condena y el condenado. El verdugo, la cuchilla, el indulto de última hora, la respiración jadeante y el cielo tormentoso y el «gracias, gracias, gracias, Dios».
Amor: te mata y te salva a la vez.

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